lunes, 19 de noviembre de 2012

A) Cronología 1966 - 1985


Breve reseña de los hechos más destacados en este periodo de la historia uruguaya tan agitado, que marcaron un antes y un después en el rumbo, social, económico y político del país.



B) Jorge Pacheco Areco , su gobierno, economía y política



Economía del presidente Pacheco Areco:


El país se encontraba en los años sesenta en una profunda crisis económico-social, que tenía sus raíces en los años anteriores pero era desapercibida en la década anterior. Recién con la creación del C.I.D.E el 27 de octubre de 1959 (Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico) se comienza en los sesenta a analizar en profundidad el estado de la economía uruguaya, y a lanzar los primeros indicadores de la grave situación del país, como la creciente inflación.

En los cincuenta el país se había adherido a las políticas del Fondo Monetario Internacional, que proporcionaba financiamiento en dólares, y paralelamente hace implementar políticas de liberación de la economía y evitar el proteccionismo. Esto contribuyo a un creciente endeudamiento externo. En esta coyuntura el CIDE propone una serie de soluciones posibles a la creciente crisis, y propuestas para el fortalecimiento del agro, pero estas no son llevadas a cabo.

En los comicios de 1966 triunfa la formula Gestido-Pacheco por el partido colorado. En marzo de 1967 asume Gestito como presidente de la República, y su política económica frente a la crisis fue ambigua entre corrientes desarrollistas y fondomonetaristas. Luego de implantar por un corto tiempo en octubre medidas prontas de seguridad ante la fuerte agitación popular provocada por el desmedido aumento inflacionario, el presidente anuncio la reanudación de gestiones con el FMI, el cual encomendó una misión, y se decretó una fuerte devaluación y la inflación se volvió imparable[1].

El 7 de diciembre de 1967 tras el fallecimiento de Gestido, asume la presidencia Jorge Pacheco Areco. Pacheco llevo a cabo una reestructura radical de la política uruguaya, evadiendo la tradición mediadora que llevaba el país, centrándose en el fortalecimiento de su autoridad presidencial. Comenzó su gobierno ilegalizando siete sectores políticos de izquierda y clausurando dos publicaciones, dado su posible adhesión a las ideas de la vía armada como solución a la crisis.

En cuanto a la economía, Pacheco intento seguir los últimos lineamientos de Gestido, profundizando la perspectiva fondomonetarista. A su vez introdujo en mayo de 1968 a la cartera ministerial a grandes representantes del sector empresarial en sectores clave que hacen a la economía, esto ya había sido implementado por Gestido que como éste decía se trataba de “elegir hombres que habían triunfado en la actividad privada”[2]. Se incorporo por ejemplo a Frick Davie como ministro de Ganadería, que en aquel momento integraba el directorio del Banco de Crédito y había integrado el directorio de múltiples establecimientos agropecuarios, y a José Serrato como Ministro de Transporte, Comunicaciones y Turismo, el cual era director de la constructora Sampson-Serrato, Ferrosmalt y de Cristalerías del Uruguay. Y así a otros empresarios dando lugar a lo que se denominó el “gabinete empresarial”.

Se constituyo así un desplazamiento de los “políticos profesionales” que tenían que dar cuenta con el electorado, por “técnicos” que no obedecían a presiones de los partidos políticos no se comprometieran ante ningún órgano de representación popular, como el parlamento, que se veía cada vez más como un obstáculo ante el gobierno presidencialista.[3]

Estas decisiones vigorizaban la opción a políticas económicas más radicales. Se continúa con la lucha contra el movimiento sindical, el 13 de junio se vuelven a implementar medidas prontas de seguridad dada una huelga bancaria. Es así que el día 24 se decreta la militarización de funcionarios bancarios, los cuales se encontraban en cuarteles y eran trasladados diariamente a su lugar de trabajo, a la vez que se les aplicaba disposiciones militares disconformes con su condición civil.

Unos días más tarde el 28 de junio, el gobierno decretó una de las medidas más significativas del gobierno pachequista, la congelación de precios y salarios con el fin de detener la creciente inflación (que entre junio de 1967 y junio de 1968 había alcanzado la cifra histórica de 183%[4]) por medio de un control estricto de los salarios, y realizar una imposición de mejores condiciones de rentabilidad a los empresarios, así éstos adquirirían un rol esencial. De esta forma se anulo el ajuste salarial de julio, esperado por miles de asalariados que no resistían más la inflación, esto genero fuerte replica desde el sector sindical.

Esta medida genero el apoyo del sector empresarial en general, la Cámara de Industrias, la Asociación Rural, la Cámara Nacional del Comercio, la Bolsa de Valores, la Cámara de la Construcción, entre otras, en una declaración conjunta el 30 junio. Así mismo obtuvo el apoyo de la Alianza Nacionalista del Partido Nacional.

A su vez el gobierno de Pacheco siguió el camino de sus medidas extremas creando la Comisión de Productividad, Precios y Salarios (COPRIN) que eliminaba el llamado a los Consejos de Salarios.

El resultado de la instrumentación económica del gobierno de Pacheco fue el de una transitoria estabilidad, producto del control de los precios y salarios, que logro el descenso vertiginoso de la inflación a partir del segundo semestre de 1968 con un promedio mensual del 2%, hasta pasadas las elecciones de 1971 donde vuelve a subir, cuando el control salarial se detiene.

Si bien la baja de la tasa de inflación fue real, ésta solo existía en tanto se controlara los precios y salarios. Este descenso tenía un importante costo social que lo pagaban los trabajadores y sectores medios, que se vieron ampliamente perjudicados con la congelación salarial y los precios al consumo tan elevados, al mismo tiempo que no podían manifestar sus quejas por los medios legales como los sindicatos, puesto que eran reprimidos, ni tampoco por los Consejos de Salarios ya que fueron disueltos.

La administración económica se relaciono con la conflictividad social, y ésta con una intensificación de las medidas represivas contra las corrientes opositoras, o subversión, la cual comenzó a ensayar y aplicar tácticas progresivamente violentas y extremas. De todas formas su estilo autoritario le proporciono cierto apoyo popular, sustentado en la “seguridad” que brindaba su “mano dura”.



Discurso del 11 de setiembre de 1971, su estilo político y objetivos en el contexto


“Hombres y mujeres que cada día, con vuestro trabajo honrado, hacéis la grandeza de la
República... Os hablo como vuestro presidente, elegido de acuerdo con las tradicionales normas de la democracia uruguaya... Mía es la conducción del Estado, mías son las decisiones que he estado tomando, muchas veces solo, para defenderlos de la violencia, la inflación, el descrédito internacional en que estaba el país y la delincuencia económica.
Hoy me presento ante ustedes para decirles que, más que nunca, me considero responsable no solo de la conducción de la nación hacia la paz y hacia el bienestar, sino que, sin ningún intermediario, me propongo con renovado ardor llevar adelante las soluciones que imponen las nuevas circunstancias que tengo que afrontar...
Desde ahora y más que nunca, mía y solo mía serán lo repito, la conducción, las decisiones y la responsabilidad de las mismas.”
Presidente Jorge Pacheco, Cadena de radio y televisión, 11 de setiembre de 1971


El discurso de Pacheco refleja claramente su estilo autoritario y su afán de consolidar el poder de su persona. Comienza dirigiéndose a su auditorio, intenta dirigirse a la población en general, pero apoyándose especialmente en los valores productivos de la clase trabajadora, “con vuestro trabajo honrado”, a la que trata como base de el país.

Continuado de esto el resto del discurso se centra en su figura como presidente, como protector de la nación, aludiendo a la capacidad que tuvo para “resolver” los problemas que poseía la patria. Alude reiteradas veces a que él es el dueño de la conducción del Estado, reforzando su carácter autoritario, protector, e incluso se podría decir mesiánico, cuando el mismo se carga de la responsabilidad de la conducción a la paz y el bienestar.

Por otro lado, se jacta de haber realizado la conducción nacional solo. Como dice F. Panizza Pacheco utiliza en las últimas etapas de su gobierno la metáfora de la “soledad” para redefinir su identidad anterior (en donde intentaba establecer una unidad con el sistema político al cual ingresaba), colocándose en el discurso por fuera de la formación política y en “directa relación” (“sin ningún intermediario”), con la población. Y así con el resto del discurso en donde plantea su obra en contra de los problemas subversivos, por medio de expresiones como “defenderlos de la violencia” y “conducción de la nación hacia la paz y hacia el bienestar”, consolida “una doble relación de antagonismo con los Tupamaros y con los actores políticos tradicionales”[5].

Pacheco está yendo todo el tiempo en contra de la tradición política, desde sus medidas autoritarias, su negación por la negociación, y en su “soledad” en cuanto al elenco político marcado en su discurso. Se puede decir que el discurso pachequista tiene cierto tinte “populista”, como también dice Panizza podríamos relacionar esta relación que quiere tener Pacheco por fuera del sistema político con la de Perón con relación a la formación política argentina.

Este discurso tiene sentido y gran valor en relación al contexto de la época. Existía una situación de gran incertidumbre, preocupación con grandes problemas en todos los niveles de la sociedad. Pacheco se vale de una retórica con lógica consecuente para brindar seguridad a la población, aliento de que los problemas que se estaban viviendo estaban bajo control con su protección, centrando todo el peso de las acciones de su gobierno en su propia persona. También debía justificar las acciones violentas y radicales tomadas durante su administración, de esta forma califica su accionar de “decisiones para defenderlos de la violencia, la inflación…”, colocando el primer lugar los problemas “solucionados” y no los medios que se utilizaron y el costo que tuvieron, y así se justifica frente al pueblo, e intenta una identificación de este con su persona; él es el protector que conoce sus problemas y los defiende.
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[1] NAHUM, Benjamín. “Manual de Historia del Uruguay 1903-1990”. Tomo II. Ed. Banda Oriental, 1998, Pág. 266


[2] CAETANO, Gerardo; RILLA, José. “Historia Contemporánea del Uruguay. De la colonia al Siglo XXI”. Ed. Fin de Siglo, 2004 Pág. 293.


[3] NAHUM, Benjamín. “Manual de Historia del Uruguay 1903-1990”. Tomo II. Ed. Banda Oriental, 1998, Pág. 267


[4] CAETANO, Gerardo; RILLA, José. “Historia Contemporánea del Uruguay. De la colonia al Siglo XXI”. Ed. Fin de Siglo, 2004 Pág. 293


[5] F.E. Panizza, “Uruguay: Batllismo y después”, ob. Cit, pp. 144-145 - NAHUM, Benjamín. “Manual de Historia del Uruguay 1903-1990”. Tomo II. Ed. Banda Oriental, 1998, Pág. 269

C) Película “El Círculo”



Ficha Técnica:


Título original             El Círculo 

Género                             Documental
Dirección                         José Pedro Charlo (Realizador y productor) – Aldo Garay (Realizador)
Año de producción          2008
País                                   Uruguay
Duración                          95 minutos
Intérprete Principal        Henry Engler
Producción                      Memoria y sociedad SUR, en coproducción con Guazú Media, Morocha Films y Parox

sinopsis

Cuenta la historia de un dirigente tupamaro y rehén de la dictadura militar uruguaya durante trece años. Preso a quien la tortura prolongada y el aislamiento llevaron a la locura. Ciudadano sueco y médico reconocido internacionalmente por su investigación sobre el mal de Alzheimer. Todas esas vidas caben en la vida del doctor Henry Engler. El científico de hoy evoca al preso de ayer y con la mirada del presente, emprende un viaje hacia el pasado. Va al encuentro de la ciudad donde creció, el pozo donde lo obligaron a vivir, los militares que lo custodiaron, los compañeros de cautiverio. La película propone también otro viaje -interior, de reflexión- que permite asomarnos al mundo alucinado del prisionero y a las estrategias del hombre para resistir lo inhumano.











Argumento del film

El documental relata las vivencias de Henry Engler, un neurólogo de prestigio y ex dirigente del MLN. La historia que es narrada por él mismo, comienza situándonos en su residencia actual en Upsala, Suecia, donde se radicó, estudio, se casó y lleva a cabo su vida profesional luego de todas las peripecias que soporto durante la los años setenta y ochenta. 

Engler regresa a Uruguay para narrar la historia de su vida, haciendo un recorrido por los diversos departamentos y así reencontrándose con su pasado y diversas personalidades con las que tuvo relación en esa etapa tan dura de su vivir.

Comienza relatando su etapa más feliz, la de su crianza en Paysandú y San Javier (Pueblo fundado en parte por sus abuelos de origen Ruso), lugares donde comenzó a desarrollar su pensamiento, interés filosófico-político y preocupación por las temáticas sociales. Engler viajó en 1964 a Montevideo a cursar estudios de medicina. Ante la situación de extrema violencia y crisis que se vivía, Henry reflexiono que no podría ejercer la medicina en una situación en donde no existía ningún tipo de justicia social. Es así que opta por la militancia política de y se adhiere al Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, donde se convirtió en uno de los mandos de dicha organización. En 1972 es detenido tras un tiroteo que se describe en la película en una escena en la que aparece José Serrano Piedecasas, un español que vino a Uruguay tras problemas con el gobierno franquista, y se instalo apoyando al movimiento sindical y al MLN. La escena se desarrolla en una veterinaria, la cual en su momento fue un bar donde ambos personajes fueron detenidos tras un choque con la policía.

Engler una vez detenido, permaneció durante 6 meses en el Penal de Libertad, para luego transformarse en uno de los rehenes que el régimen utilizaba como amenaza para frenar las actividades del MLN, como otros personajes de las filas tupamaras como José Mujica, Mauricio Rosencof, Jorge Zabala, entre otros, muchos de los cuales dan testimonio en el film. Como rehén Engler fue trasladado continuamente a diversos cuarteles alrededor del país, los cuales visita en el desarrollo de la película, contando sus experiencias en cada uno. Nos relata cómo fue cayendo paulatinamente en un estado de demencia por las torturas físicas y psicologías a las cual fue sometido, y el aislamiento continuo que padeció, si bien sus familiares le realizaban cortas visitas, muy difíciles de concretar.

El film hace especial hincapié en el estado psicótico que padeció el personaje durante su reclusión. Puesto que su vivencia, y sus posteriores decisiones tornaron en aquel estado. Henry sufrió por las voces que lo atormentaban, pero esto mismo fue lo que lo hizo fuerte, y lo llevo a sostenerse en su extrema situación infrahumana. Así mismo este estado de locura intrigo a Engler sobre las facultades metales del ser humano, sobre las emociones, el miedo y el cerebro. Así como también, descubrió un interés por la religión, la relación de Dios con el universo y el hombre. Conoció a un soldado en el cuartel de San José con el cual estableció cierta amistad, y éste le proporcionó a ocultas una mejor alimentación y lectura, entre la cual destacó el Libro de Mormón donde profundizo su interés religioso.

Cuando fue liberado en 1985, decidió radicarse en Suecia donde curso el doctorado en medicina neurológica con 42 años, “era el abuelito del curso”. En su nueva vida profesional, narra cómo realizo grandes descubrimientos en cuanto al Mal de Alzheimer, la localización de las emociones en el cerebro, problema que despertó interés cuando estaba recluido, y realizo una teoría personal sobre el Dios, y la creación del universo como vía para la consistencia del cerebro humano.

Elementos de la guerra fría que aparecen en la película:

La película citada evoca los horrores a los que eran sometidos los rehenes políticos en la época dictatorial y sus años anteriores. En este contexto es clara la lucha de dos sectores, los movimientos de guerrilla radicales y el estado, apoyado inicialmente en las Fuerzas Armadas, para luego dar poder total a éstas. Los conflictos surgieron esencialmente de una coyuntura crítica del país, marcada por una crisis político-social. Así mismo hay otros factores que llevaron a la contienda entre las Fuerzas Armadas y los grupos subversivos, que van más allá del tejido nacional, y solo pueden entenderse en el contexto internacional de guerra fría.

Como es de saber este período histórico se define básicamente con la lucha ideológica entre el bloque capitalista y el comunista. En esta línea, el máximo exponente del capitalismo en este periodo, es decir Estados Unidos, desarrollo una serie de políticas para frenar, y apoyar la lucha contra el comunismo. Uno de los objetivos del mencionado país fue América latina, Estados Unidos se veía amenazado con el triunfo de la revolución cubana y el posible avance del “problema marxista”, con acciones como la creación de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), la cual proponía el modelo de la revolución cubana como la mejor salida a las crisis de los países latinoamericanos.

Estados Unidos reforzó la ayuda económica y política que había establecido con la creación de la Alianza para el Progreso (ALPRO) un par de años atrás. Pero para vigorizar su lucha contra el comunismo el gobierno norteamericano apoyo a los gobiernos latinoamericanos en ideología y formación técnica, implantando la llamada “Doctrina de la Seguridad Nacional”.

Ésta consistía básicamente en la necesidad primera de mantener el orden interno dentro de cada país, combatiendo y reprimiendo bajo cualquier medio, cualquier organización subversiva que apoyara el comunismo o intentara derrocar a los gobiernos. Para esto las Fuerzas Armadas jugaban un rol esencial al momento de la represión e incluso si era necesario de las decisiones políticas, justificando así los golpes de estado. Con el pretexto de la lucha contra la subversión se intentaba argumentar el empleo de la violencia extrema, y las violaciones a las garantías individuales y los Derechos Humanos si eran necesarias.

El Gobierno Norteamericano aporto gran ayuda económica y armamentística para solventar los ejércitos latinoamericanos, incluido el uruguayo. Así mismo se había creado en conjunto con la CIA un instituto de formación militar en Panamá, llamado “la escuela de las Américas” o “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad”. En este lugar se formaron miles de militares latinoamericanos de todos los rangos, en estrategias militares de todo tipo, y se sentaban las bases de la Doctrina de la Seguridad Nacional, y la lucha contra el comunismo. Se enseñaban técnicas de tortura, manejo psicológico y recolección de información bajo cualquier medio, siempre manteniendo la máxima del “orden interno”. Así mismo se enviaban a los respectivos países representantes del ejército y policía norteamericana para formar a los militares en los propios países. Tal es el caso en Uruguay de Dan Mitrione.

Por otro lado también podemos relacionar estas medidas a la implementación del denominado “Plan Cóndor” una coordinación clandestina de los países latinoamericanos con la CIA, la cual no ha sido estudiada con la suficiente profundidad, y en donde se establecía una coordinación permanente de operaciones para mantener el “orden interno”, mediante las medidas de la Doctrina de Seguridad Nacional. 

Efectivamente podemos visualizar muchos de estos aspectos en la película elegida. Las técnicas de tortura que se le aplicaban a Engler y los otros rehenes son lo más notorio. Se quería por parte de las Fuerzas Armadas la recolección de información y la intimidación por medio de captura de rehenes, para que subversión no tuviera más accionar. Así mismo vemos la preocupación de Engler en cuanto a la CIA, puesto que en sus momentos de delirio llego a pensar que dicha organización podía leer sus pensamientos por medio de un chip en su cerebro, si bien esto se trataba obviamente de alucinaciones, vemos como el tema de la CIA y el gobierno norteamericano estaba presente en los miembros del MLN.

Escena de la película, los efectos psicológicos de la tortura.
Seleccioné el periodo de película “El Círculo” que va desde el minuto 55:28 segundos hasta el minuto 63:64 segundos. Ésta es a mi criterio la parte más fuerte de la película en donde se exponen los efectos más duros de la tortura psicológica, y el aislamiento al que eran sometidos los rehenes del régimen, y en este caso particular sobre Engler. Podemos ver el proceso contado por el mismo Henry en donde el va perdiendo la claridad de sus facultades mentales, y observamos las actitudes que va tomando el personaje para sobrellevar esta situación y al mismo tiempo como utiliza esta instancia para auto-protegerse. Es una instancia de razonamiento muy complejo y abstracto en donde parece paradójico decir que esta situación tiene algún beneficio, pero esta instancia cuasi-esquizofrénica, lo hace más fuerte a Engler, y lo hace enfrentarse directamente con los problemas que está viviendo, y como más adelante en la película se observara le dará la facultad necesaria para sobrevenir el dolor y mantenerse en pie. Esta escena es de vital importancia para la película, y en la vida fue trascendental para las decisiones de Henry, puesto que estas circunstancias vividas, y las reflexiones sobre ésta, lo llevaran a las decisiones, sobre todo profesionales, que tomará cuando salga de prisión. Es así que podemos plantear una primera pregunta, ¿Cómo es que la instancia psicótica de Henry Engler, producida por la tortura psicológica y el aislamiento al que fue sometido, tienen un carácter trascendental para las decisiones que tomó cuando fue liberado?

Por otro lado, en este extracto de la película, se señala otro aspecto crucial que hace a la misma esencia del film, el empleo de los términos “Círculo”, “Circulito”. En un intento por salvaguardar la cordura, Engler trata de focalizar su atención a ciertas imágenes que le proporcionan dolor, y así enfrentar este dolor y olvidarse de su entorno, parándose en una pared observando un punto fijo, un “circulito”. La idea de este círculo también posee una relación con la memoria, el tema al cual el personaje dedicara su vida científica. De esta forma una segunda pregunta podría plantearse de la siguiente forma, ¿Cómo es que se usa la idea y metáfora del “Círculo” para darle formato a la película, y titularla de ésta forma?


Análisis crítico de la película: 

El documental, más allá de contar la vida y obra de Henry Engler, tiene de fondo notoriamente la temática de la memoria y el pasado, tocándolo desde varios puntos de vista.

Con un carácter testimonial, busca contar los más duros hechos históricos del periodo del período dictatorial, las torturas, el dolor y el sufrimiento de los rehenes y sus familiares, en tanto se narra la historia concreta de Engler, mechándolo con experiencia de otros personajes que estuvieron implicados en los hechos ocurridos en tan trágica época de la historia uruguaya.

Se busca denunciar los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen golpista, así como también visiblemente se intenta defender la posición y el accionar de cierta forma, y en cierto sentido, de estos actores en busca de la “justicia social”.

Como se dijo, en el trasfondo la intención primaria de la película es el tema del pasado y la memoria. Desde una primera vista, evoca el tema del pasado y la historia reciente, y como este pasado, con todo lo que contiene, quedo marcado en la memoria del colectivo uruguayo, y más específicamente en el de las víctimas directas, tales como Engler. Pero más profundamente esta el tema de la memoria humana y como este pasado se graba en nuestra mente. En un pasaje de la película el personaje principal dice que cuando salió de la prisión fue a visitar el arroyo en donde pescaba con su padre, y cuando llego vio que el lugar donde ellos pescaban había desaparecido, concluyo que “lo que uno busca en el pasado no es tan fácil encontrarlo”.

Como se dijo anteriormente existe una metáfora de “el círculo” generada en los momentos más inestables de la salud mental del personaje. La preocupación que empezó a rodear a Henry sobre el pasado, de como éste influía en su situación, y en la vida en general de las personas, de como funciona el cerebro en relación al pasado y la memoria, y a su vez este pasado como interviene en las emociones, como por ejemplo en el miedo que él sentía, son las verdaderos Leitmotiv de la producción cinematográfica. La preocupación sobre el pasado y la memoria que lo llevaría a estudiar al cerebro, los trastornos de memoria, y de forma mucho más filosófica, el papel de Dios y el cosmos sobre la mente humana. 

En mi opinión personal la temática del pasado reciente uruguayo es solo un pretexto para exteriorizar una cuestión filosófica y científica mucho más profunda. Donde las experiencias de Henry Engler encajan de forma perfecta en un cuadro donde se puede mostrar una conjunción de tópicos entrelazados e interpretables desde múltiples perspectivas, atrapando a al espectador en un juego de grandes pensamientos abstractos.

D) Análisis y comparación de documentos



En esta parte del trabajo se proponen dos imágenes correspondientes al período del proceso dictatorial.


Una de ellas corresponde a la tapa de la edición 1649 del semanario Marcha, del 30 de junio de 1973, esta es la última edición del semanario posterior al golpe de estado del 27 de junio. En la tapa se Expone el titulo “No es Dictadura” y se coloca por debajo el decreto de disolución de las cámaras legislativas, haciendo especial énfasis al segmento del documento que prohíbe referirse al mismo documento de la siguiente forma; “se refiera a lo dispuesto por el presente decreto atribuyendo propósitos dictatoriales”. La prohibición abarcaba cualquier medio, constituyéndose así una evidente violación a la libertad de prensa.


El decreto de disolución de las cámaras:


“La acción delictiva de la conspiración contra el País coaligada con la complacencia de grupos políticos sin sentido nacional, se halla inserta en las propias instituciones y adherida muchas veces a ella, para así presentarse encubierta como una actividad formalmente legal. En rigor, este proceso ha conducido, bajo la apariencia de legalidad, a frenar la legítima acción de los Poderes representativos y a desvirtuar el legítimo ejercicio de derechos individuales.
ATENTO: la expuesto precedentemente, EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DECRETA
1º. Declárase disueltas la Cámara de Senadores y la Cámara de Representantes.
2º. Crease un Consejo de Estado, integrado por las miembros que oportunamente se designarán con las siguientes atribuciones;
a) Desempeñar independientemente las funciones específicas de la Asamblea General;
b) Controlar la gestión del Poder Ejecutivo relacionada con el respeto de los derechos individuales de la persona humana y con la sumisión de dicho Poder a las normas constitucionales y legales;
c) Elaborar un anteproyecto de Reforma Constitucional que reafirme los fundamentales principios democráticos y representativos, a ser oportunamente plebiscitado por el Cuerpo Electoral.
3º. Prohíbese la divulgación por la prensa oral escrita o televisiva de todo tipo de información, comentario o grabación que, directa o indirectamente, mencione o se refiera a lo dispuesto por el presente decreto atribuyendo propósitos dictatoriales al Poder Ejecutivo, o pueda perturbar la tranquilidad y el orden público.
4º Facúltase a las Fuerzas Armadas y Policiales a adoptar las medidas necesarias para asegurar la prestación ininterrumpida de las servicios públicos esenciales."


Por otro lado la otra imagen constituye una pauta propagandística de la DINARP a favor del plebiscito para la reforma constitucional de 1980, la cual, entre otras cosas, daría plenos poderes a las Fuerzas Armadas de continuar en el poder, interviniendo de forma directa en las decisiones ejecutivas. La propaganda fue lanzada un par de días previos al 30 de noviembre de 1980 cuando se votaría el “Si” o el “No” a la nueva constitución, resultando victoriosa la opción del “NO”, a pesar de la omnipresencia de propagandas como ésta en todos lados, y una plena ausencia de la opción contraria que solo se valió de la comunicación entre los ciudadanos.

Claramente ambas imágenes representan momentos distintos del régimen golpista, y también perspectivas opuestas. Cuando la tapa del Semanario Marcha representa los comienzos de la dictadura, la propaganda por el Si al plebiscito de 1980 marca el comienzo del fin.

El semanario marcha, dirigido por Carlos Quijano y Juan Onetti como secretario de redacción, tenía un estilo de prensa independiente, si bien en sus comienzos estaba más ligado a una idea izquierdista, en sus últimas etapas se constituía como uno de los periódicos más objetivos, de todas formas manifestaba en forma clara su repudio por el régimen totalitario.

En esta edición se pretende denunciar de forma paradójica las acciones tomadas por el gobierno de Bordaberry. Su amplio titulo enunciaba de forma sarcástica “No es Dictadura”, puesto que como se postulaba en el decreto subsecuente, se prohibía referirse al decreto, y al estado como dictatoriales. Así mismo el diario también refería en sus páginas interiores, a más restricciones a la prensa que realizaba el ministerio del interior, y además a prohibiciones sobre cualquier manifestación que se quisiese hacer.

En mi opinión personal, matutino obviamente estaba consciente de que la publicación les costaría la clausura de sus actividades, pero por el estilo de la institución y de sus integrantes, se veían en clara obligación de defender las libertades individuales, la libertad de prensa, y la democracia, denunciado al régimen golpista, e informando a la población de las medidas que se estaban tomando.

En el extremo opuesto se encuentra la propaganda del gobierno de facto, titula “Vamos a cuidarlos” haciendo referencia a los niños, colocando al gobierno en un papel protector, queriendo dar un tipo de seguridad a la población de que el gobierno posee la fuerza necesaria, y el poder para proteger el futuro del país, pero como se argumenta en la totalidad de la publicidad necesitan del voto del pueblo para mantener esta seguridad.

El afiche continúa con un texto central:



“Basta recordar que nos querían robar a nuestros niños. Separarlos de sus padres. Inculcarles ideas extrañas a nuestra manera de ser. Ideas contrarias a nuestra nacionalidad. Querían torcer sus sentimientos y deformar sus mentes desde la más tierna infancia. Los textos escolares de aquella época son testimonios de la agresión que sufría nuestra niñez. Si queremos que la historia no vuelva a repetirse, que la experiencia nos sirva de lección. Hoy es mañana y tenemos que salvar a nuestros niños”

El mensaje se basa en el típico lenguaje fundacional de la dictadura, el cual es parte de toda una campaña publicitaria en la cual prometía “un nuevo Uruguay”, ausento de “subversión y comunismo internacional”. En el mensaje se apreciaba la gran “preocupación” del régimen en cuanto a los temas educativos de los “niños del mañana”, tanto en su educación formal como ética. Se basa en contraponer su modelo al “subversivo comunista” donde se “deformaría” a los niños, y se los apartaría de las “buenas tradiciones”. También podemos decir que se apoya en creencias populares de que los comunistas capturarían a los niños y los educarían bajo sus valores. A su vez la pauta se apoyaba en una gran imagen de un conjunto de niños vestidos con túnicas de la escuela pública, con expresiones de incertidumbre en sus rostros, expresiones que querían demostrar el incierto hacía el futuro de su educación si la reforma constitucional no resultaba victoriosa. Finalmente la pauta finaliza con una frase repetida en casi todas las publicidades creadas para la reforma constitucional “Para eso necesitamos una nueva constitución”, expresando sin vacilaciones que el único camino posible para el sostenimiento del “Uruguay del mañana” es la reforma de la constitución, y por ende la continuación del Ejercito en el poder.

Este tipo de propaganda marcaron de forma simbólica lo que sería la etapa transicional, el comienzo del fin, puesto que al ver que no tenían el apoyo popular, y cada vez el pueblo se expresaba de forma más fuerte en contra del régimen, entre otros factores, el gobierno comenzó paulatinamente una serie de negociaciones que en 1984 terminaron en la decisión de llamar a elecciones generales.

Bibliografía



  •  Libros: 


              o NAHUM, Benjamín. “Manual de Historia del Uruguay 1903-1990”. Tomo II. Ed. Banda Oriental, 1998, Montevideo.

              o CAETANO, Gerardo; RILLA, José. “Historia Contemporánea del Uruguay. De la colonia al Siglo XXI”. Ed. Fin de Siglo, 2004, Montevideo.

              o CAETANO, Gerardo; RILLA, José. “Breve Historia de la Dictadura 1973 – 1985”. Ediciones de la Banda Oriental, 2006, Montevideo.

              o Grupo de investigación de El PAÍS, “Historia del Uruguay en Imágenes”, Edición por El País, 1996, Montevideo.

  • Diarios: 


              o El Día, edición especial conmemorativa “100 años El Día 1886-1986”, Junio de 1986.

              o El País, edición especial conmemorativa “Casi un siglo: Protagonismo y testimonios, 75 años El País”, 1993.

  • Páginas Web: 


             o http://www.anep.edu.uy/historia/

             o http://www.uruguayeduca.edu.uy/

             o http://www.escribiendocine.com/

             o http://memoriaviva5.blogspot.com/

            o http://www.elcirculo-doc.com/elcirculo/